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Mohamed Buazizi – 2011, Primavera Árabe, Túnez

Al prenderse fuego en protesta contra la corrupción del gobierno y el desempleo generalizado, Mohamed Buazizi desencadenó la Revolución de los Jazmines en Túnez.

Trabajador de origen humilde, Buazizi había sido el sostén principal de su familia desde que tenía diez años mediante la venta de fruta en el mercado. Dejó la escuela a los diecinueve años para poder pagar la educación de sus hermanos más jóvenes.

Murió el 4 de enero de 2011, a los veintiséis años de edad, tras prenderse fuego en protesta contra un sistema que le impedía ganarse la vida dignamente. Buazizi había sido frecuentemente víctima de los cuerpos y fuerzas de seguridad tunecinos, que le imponían multas, le confiscaban sus productos y ganancias y, la última vez, incluso forcejearon con él y lo tiraron al suelo. Su familia piensa que fue la humillación, y no la pobreza, lo que le indujo a inmolarse después de reclamar justicia y de que esta le fuera denegada. Buazizi se roció con combustible y prendió una llama ante las puertas del edificio del Gobierno Civil de la pequeña localidad de Sidi Buzid. Era un hombre popular, conocido por regalar sus productos a las familias más pobres, y cuya difícil situación tocó la fibra sensible de otras muchas personas. Su acto desencadenó protestas que se extendieron rápidamente, de manera que tunecinos de todas las capas sociales ocuparon las calles contra un Gobierno corrupto y contra las altas tasas de desempleo y las restricciones a la libertad.

Seguía aún con vida, agonizando y envuelto en vendajes de la cabeza a los pies, cuando empezó a derrumbarse el régimen autoritario del presidente Zin el-Abidin ben Alí, en el poder desde 1987.

Diez días después del fallecimiento de Buazizi, Ben Alí se vio obligado a dimitir y a abandonar el país ante las manifestaciones en Túnez, en las que muchos portaban la imagen de Buazizi.

Su familia encontró consuelo en el hecho de que su muerte no fuera en vano, ya que su acto desencadenó una revolución popular y sacudió a los Gobiernos despóticos de Túnez y de otras partes del mundo árabe. Concienció a los jóvenes árabes de que podían expresar sus frustraciones y luchar por su dignidad ante las injusticias, la corrupción y el régimen autocrático.

La Primavera Árabe y su optimismo inicial se han paralizado y algunos de sus avances se han invertido, pero Túnez, lugar de nacimiento de Buazizi, prosigue con determinación la senda de la democracia y la libertad de conciencia, a pesar de los atentados terroristas y los temores respecto a la seguridad.